Declaración de Principios

El Sindicato de Obreros, Especialistas y Empleados de los Servicios e Industria de las Telecomunicaciones del ámbito de la Capital Federal y Gran Buenos Aires, (S.O.E.E.S.I.T. Buenos Aires), surge como expresión de la voluntad de refundar la unidad de los Trabajadores de las Telecomunicaciones y con el objetivo de terminar con la situación de inequidad e injusticia social a la que se ven sometidos como consecuencia del accionar del Capital.

Convencidos que el esfuerzo aislado o individual y el divisionismo no constituyen el medio eficaz para la defensa de sus derechos naturales, los Trabajadores de las Telecomunicaciones, concientes de la fuerza de la unidad organizada, estructuran esta organización recuperando como identidad propia los trascendentes valores y testimonios de lucha del gremio en todo su devenir histórico.

Son los principios esenciales sobre los que basará su acción S.O.E.E.S.I.T. Buenos Aires, el respeto a las ideas y a la voluntad de los afiliados, el cumplimiento de los deberes que le imponga la concreción de sus fines, la defensa de los derechos de la clase trabajadora y su voluntad organizada, la exclusión de toda discriminación por razones ideológicas, raza, sexo o edad, la defensa y promoción del empleo, el impulso de la formación y capacitación profesional, técnica, gremial y política, la mejora continua de la calidad de vida en el trabajo, el concepto de Unidad del Gremio de las Telecomunicaciones y del Movimiento Obrero, la práctica permanente de la solidaridad, el sostenimiento de la más amplia democracia interna, la integración dentro del sistema federativo que nuclea a todos los Sindicatos de las Telecomunicaciones del país, el más absoluto respeto a la dignidad del hombre, su condición de sujeto activo y participativo de la vida social y la lucha irrenunciable para desterrar definitivamente la explotación del hombre por el hombre.

Estos objetivos históricos del Movimiento Obrero en general y de los Trabajadores de las Telecomunicaciones en particular son, por su naturaleza irrenunciables y se corresponden con el rol social que el Movimiento Obrero organizado debe desempeñar en la sociedad, en la lucha permanente por derrotar al egoísmo levantando la bandera de la solidaridad humana.